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Pese a los buenos resultados, el final de nuestro primer año fue bastante convulso, produciéndose un distanciamento entre algunos jugadores y el entrenador, del que el mayor damnificado fue nuestro mister. Esas tensiones hacen que finalmente acabe siendo sustituido por D. Daniel Rejo, uno de los jugadores más veteranos, que abandonaba el fútbol en activo.

 

La categoría perdió algunos equipos, que desaparecieron debido básicamente a problemas financieros o por falta de jugadores. Nuestro Club organizó un torneo de verano, y gracias a la colaboración del comercio local y a la campaña de socios que desarrollamos pudimos financiar al equipo a duras penas durante toda la temporada, luchando por sanear en la medida de lo posible las humildes cuentas del Club.

 

Deportivamente, el equipo conservó el bloque del año anterior y resultamos un conjunto sólido y muy regular, cediendo tan sólo alguna derrota ante equipos superiores. Continuamos jugando como locales en el campo de O Cadaval, a pesar del gasto que suponía su alquiler, y toda la temporada nos mantuvimos en puestos de playoff para el ascenso.

 

Practicamos muy buen fútbol, y tras el esfuerzo realizado durante de toda la temporada, fue una lástima haber caído en el playoff por el ascenso, siendo eliminados por el Narahío.

 

Tras dos años intentándolo, la eliminación resulta un golpe demasiado duro para la economía y las aspiraciones de un club como el nuestro, y provoca que al final de temporada varios jugadores decidieran abandonar el Club para recalar en equipos de categoría superiores, como el Meirás, el Mugardos, el San Mateo etc … que militaban entonces en 1ª y 2ª división Autonómica.

 

El entrenador también decidía dejar el Club, y desde la Directiva encaramos un verano difícil, buscando un nuevo entrenador, teniendo que recomponer el equipo, y buscando la forma de reunir de nuevo el presupuesto necesario para inscribir al equipo y sus jugadores para la siguiente temporada.

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