Es nuestro hogar. Son nuestros colores.
Al igual que en nuestra anterior temporada, el Club de Fútbol Estrella muestra dos caras muy diferentes a lo largo de la competición.
Mientras terminamos la primera fase como campeones de grupo, la segunda vuelta, donde compiten los mejores equipos de cada liguilla, se convierte en un carrusel de infortunios. Perdemos a nuestro entrenador por razones burocráticas, muchos jugadores caen lesionados, nuestro campo acaba en peores condiciones...
A pesar del esfuerzo de nuestros jugadores y nuestro nuevo técnico Juan Otero Lozano, directivo del Club que accede a hacerse cargo del equipo hasta final de temporada para ayudarnos, el buen juego no se traduce en resultados, adolecemos de contundencia defensiva y muchos puntos se nos escapan en los tramos finales de los partidos.
Terminamos la liga en penúltimo lugar, en una clasificación sorprendente, donde el Ortigueira y el Perlío alcanzan los puestos de ascenso y promoción, y donde teóricos favoritos como el Galicia de Caranza, el Deportivo Narón, Somozas B o el recién descendido Neda corren una suerte desigual. Echando la vista atrás, da para pensar que con un poco de suerte, y contando con nuestra plantilla y cuerpo técnico al completo, tal vez hubiera sido la gran temporada del Club de Fútbol Estrella.
En Copa recuperamos jugadores, y derrotamos al Mandiá en dieciseisavos de final por 3 goles a 0, al Ensanche en octavos de final con idéntico resultado, pero caemos en cuartos de final por 2 goles a 3 contra A Capela, quedándonos a las puertas de unas históricas semifinales contra O Val, uno de los equipos punteros de nuestro Concello.